La Fábula del Abejarrón y la Abeja

 

Con mucho afán y gran zumbido un día

Iba un Abejarrón picando flores,

A tiempo que venía

A coger materiales una Abeja

Para hacer sus labores.

De ello el Abejarrón le forma queja,

Y haciéndole parar en su carrera,

Enfadado de habló de esta manera:

“Cansado estoy de oír tus alabanzas,

que yo no sé por qué te las tributan

todas son desconfianzas,

y misterios ocultos de tu obra:

si los bienes y males se computan,

parejas van las cargas, nada sobra,

y si das miel y cera en tus panales,

también das picaduras infernales.

Querido, nuestra Abeja le responde,

usted tiene razón, pero yo doy

la utilidad que dar me corresponde,

y aunque imperfecta soy,

por una picadura hago mil bienes;

en nada de esto tienes,

las flores sin provecho

destrozas, los maderos despedazas,

y por mi dardo estrecho,

tú encajas donde puedes dos tenazas.

¿Y no es modo de pensar muy recto,

que el que es útil y tiene habilidades

tal cual es se perdona su defecto?

Pero si son sus gracias falsedades,

Calumnia, robo y vicio sobre vicio,

¿Habrá lugar al mismo beneficio?”

Si el parecer alguno contradice

Téngalas con la Abeja que lo dice.

 

Núñez de Cáceres utiliza la figura del abejorro y de la abeja, para demostrarnos  el cómo los hombres somos intolerables ante los defectos de los demás y se valen de ellos para humillar, pero no se dan cuenta de que las virtudes, aunque pocas, son las que ayudan a construir una sociedad mejor.

 

Fuentes:  https://mieladictos.com/2014/09/16/la-fabula-del-abejarron-y-la-abeja-de-jose-nunez-de-caceres/