
(Moca, 1921 – Santo Domingo, 1970) Político dominicano. En 1965 fue nombrado presidente provisional de la República por los dos bandos enfrentados en la guerra civil, cargo que detentó hasta la elección de Joaquín Balaguer (1966).
Finalizados en 1944 sus estudios de derecho en la Universidad de Santo Domingo, Héctor García Godoy inició la carrera diplomática en las legaciones de Costa Rica y Nicaragua. Ejerció altos cargos en las finanzas públicas y diversas representaciones diplomáticas entre 1956 y 1963. El presidente Juan Bosch lo nombró ministro de Asuntos Exteriores en 1963.
En el marco de la convulsa situación que atravesaba la República Dominicana, en 1965, con la firma del Acta Institucional, se llegó a un acuerdo entre el gobierno norteamericano (cuyas tropas habían ocupado el país), las fuerzas democráticas y los militares golpistas para instalar un gobierno provisional presidido por Héctor García Godoy, con el objeto de preparar las elecciones, que habían de celebrarse en junio de 1966.
El gobierno provisional se instaló el 3 de septiembre de 1965; estuvo respaldado por la Agencia Internacional para el Desarrollo, que asumió el pago de los salarios estatales, y por la presencia de miles de soldados norteamericanos que integraban la llamada Fuerza Interamericana de Paz.
Esa presencia no impidió que, a mediados de diciembre, los militares wessinistas, armados con tanques y cañones, intentaran asesinar a los líderes constitucionalistas mientras se encontraban reunidos en el Hotel Matum de Santiago.
Los dirigentes de la política norteamericana eligieron a Joaquín Balaguer para desempeñar el papel protagónico en su nueva estrategia para la República Dominicana. Los resultados electorales dieron a Balaguer como ganador, pese a las pruebas patentes de fraude que presentaron los partidarios del PRD. Juan Bosch, sin impugnar las elecciones, llamó a la «oposición constructiva» y se exilió en Europa por cuatro años. Tras la toma de posesión de Joaquín Balaguer (1 de julio de 1966), García Godoy fue nombrado embajador en Estados Unidos, cargo que desempeñó entre 1966 y 1969.
El político conservador Héctor García Godoy fue el escogido como presidente provisional para salir de la crisis generada por la Guerra de Abril.
García Godoy, quien fue canciller durante el gobierno sietemesino del profesor Juan Bosch, gobernó nueve meses, del 3 de septiembre al primero de julio de 1966, cuando entregó el poder al doctor Joaquín Balaguer.
La primera opción para la presidencia provisional fue el entonces hacendado y dirigente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) Antonio Guzmán.
El nombre de Guzmán fue sugerido por Bosch al mediador McGeorge Bundy, asistente especial de Asuntos de Seguridad Nacional del presidente Lyndon B. Johnson.
Bundy se había entrevistado con Bosch en San Juan de Puerto Rico cuando se trasladaba a República Dominicana.
La misión de Bundy, quien vino en compañía de Thomas C. Mann y Jack Hood Vaughn, consistía en negociar un gobierno constitucional de compromiso.
Para los Estados Unidos Guzmán resultaba básicamente aceptable así como para el comando del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó. El único problema que subsistía era conseguir el acuerdo del general Imbert y que éste se dispusiera a renunciar en favor del candidato de compromiso.
No era un problema sencillo. Cuando el subsecretario Mann sugirió a Imbert su renuncia, éste se negó rotundamente. Expresó a los norteamericanos que, puesto que los Estados Unidos lo habían ayudado a convertirse en jefe de la Junta, ahora era su intención mantenerse en el cargo. Proceder de otro modo, dijo, significaría “hacer entrega de todo a los comunistas”. Uno de los cronistas describió la situación así: “El general Imbert es el títere de los Estados Unidos que tira de sus propios hilos”.
En este momento fue que el teniente general Bruce Palmer, comandante de las fuerzas militares estadounidenses, tuvo que ordenar a la mitad de los artilleros de la infantería de marina -que hasta ese entonces habían apuntado a la fortaleza rebelde de la parte baja de la ciudad- que se dieran vuelta para enfrentar los emplazamientos de las tropas de Imbert. Parte de las tropas de Palmer pareció confundida respecto de su misión y algunos se preguntaban quién era el enemigo.
Luego la fórmula Guzmán -en favor de la cual había trabajado Bundy por espacio de diez días- cayó por el suelo en virtud de órdenes recibidas de Washington. El FBI había interceptado una conversación telefónica entre el profesor Bosch y un amigo. Esta conversación, según se informó, incluía la declaración de que si el régimen de Guzmán era instaurado podría haber un nuevo gobierno en el plazo de cinco días.
De acuerdo también a un informe censurado de la CIA Guzmán rehusó presidir un gobierno interino porque no se prestaría a tomar acciones que incluían deportaciones y represión violenta contra los dirigentes y militantes de la izquierda.
Un cable de la CIA afirmaba: “El estaba honestamente convencido de que no iba poder hacer un gobierno que tuviera el soporte de gran parte de los rebeldes no comunistas, si primero tenía que deportar o tomar acciones fuertes en contra de los comunistas y otros extremistas que estaban junto con los rebeldes”.
La interrupción de la negociación Bundy-Guzmán señaló, para muchos de los que se hallaban en el bando rebelde, el fin de las esperanzas de un régimen “constitucional”.
El momento culminante de la crisis llegó con la toma de posesión del doctor García Godoy, pero ese acto no trajo consigo el cese ipso facto de la violencia.
Con el nuevo gobierno, la retirada de las tropas invasoras se reanudó tras una pausa de dos meses. De 10 mil que quedaban, se llevó a tres mil.
Durante los nueve meses de gobierno de García Godoy las tropas invasoras intervinieron en muy pocas ocasiones ante situaciones que amenazaban la estabilidad del país.
UN APUNTE
Batalla del Hotel Matum
El ataque por soldados del Ejército Nacional a las fuerzas constitucionalistas que habían ido a Santiago desde Santo Domingo para rendir homenaje al ideólogo del movimiento Rafael Tomás Fernández Domínguez, muerto el 19 de mayo de 1965, fue el episodio más crítico del gobierno de García Godoy.